Una de las dudas frecuentes de las parejas antes del matrimonio, es cómo elegir sus sortijas matrimoniales, ya que cada vez nos encontramos con opciones de argollas más personalizadas. 

El material es la base de los anillos de boda y a partir de él se construye el producto final. Por eso para elegir sus argollas de matrimonio, es necesario comenzar por este elemento. En este blog, les ayudaremos a entender la diferencia de los materiales, para que despejen todas sus dudas. 

La idea es que escojan con mucho cuidado, pensando en que el anillo de bodas será algo que tanto tu esposo como tú, portarán todos los días de su vida, así que tiene que ir acorde a su estilo y personalidad y sobre todo que les guste mucho, para que no tengan que quitárselo nunca.

Para comenzar, el oro amarillo, es el tradicional para los anillos de boda. Es el material que siempre estará vigente y será una gran opción. Los anillos de boda de oro amarillo, históricamente han sido los elegidos en primer lugar por los novios.

Alianzas de matrimonio de oro amarillo 14k

Por otro lado, si les encanta el oro tradicional para sus alianzas, pero preferirían buscar algo más moderno, entonces una argolla matrimonial de oro blanco es la solución adecuada. Ya que es una de las propuestas de anillos juveniles que ha ido ganando un merecido lugar en el universo nupcial. 

Pero, ¿qué es el oro blanco? Es una aleación de oro amarillo puro con otros metales blancos, como paladio, plata o incluso, platino. A su vez, este se suele recubrir con rodio de alto brillo para conseguir un acabado de espejo. De ahí su hermoso color y brillo excepcional que, sin dejar de ser elegante, inspira aires modernos y más juveniles. 

Alianzas de matrimonio de oro blanco 14k

En conclusión, el oro blanco es una alternativa que aparece para simplificarles la vida si lo que buscan es una mezcla entre lo clásico y lo moderno. 

Otra de las tendencias que ha ganado la atención en los últimos años es, sin lugar a dudas, el color oro rosa.

Alianzas de matrimonio de oro rosa 14k

Aunque su uso se remonta al siglo XVIII, la fascinación por él nunca había sido tan intensa como en nuestros días.

Tal vez se deba al aura que lo rodea en la que se combinan ternura, delicadeza y elegancia, o tal vez sea el hecho de que se ha convertido en una alternativa real al tradicional oro amarillo y al clásico blanco. Sea cual sea el secreto de su encanto, lo cierto es que nos fascina en todos los niveles.

Los joyeros lo aman porque es más discreto que el oro blanco o amarillo, aporta calidez a las piezas y combina a la perfección con gemas de cualquier color por lo que los diseñadores logran crear las joyas más bellas y llamativas.

Por si te lo estabas preguntando, para obtener oro rosa es necesario realizar una aleación con este metal y otros para lograr su característico y bello color. Su composición es la siguiente: 75% de oro puro, 20% de cobre y 5% de plata.

Otra de sus virtudes es esa atemporalidad que lo caracteriza. Si ha estado vigente desde el siglo XVIII y hasta nuestros días, es por una razón. No tengas miedo de adquirir una pieza con esta tonalidad porque, ya sea ahora o en unos años, siempre será una perfecta elección.


Por último, existen combinaciones de oro blanco, amarillo y rosa, para darle un toque especial a tus argollas matrimoniales.

Anillos de matrimonio de oro combinado 14k

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